Por un yo que sé, que se yo


Desde esta prisión en el umbral de la luna
Escribo después de tanto por un yo que sé, que se yo;
De esos que te roban miradas y sin saber cómo
Mi Hermosa Encantada con falta de cordura,
Convierte en tierno osito, al monstruo.

Una melena ya inexistente y una barba incipiente
Marcan ese yo que sé, que se yo;
Que mi Hermosa Encantada no encuentra explicación
y que la dejaron prendada a este insipiente.

Y aunque dista milenios de Dalila
Por ese yo que sé, que se yo;
Inevitable resultó la terrible analogía
Al querer comprobar no tendría la suerte de Sansón.

Qué curioso e irónico
Que un yo que sé, que se yo.
Tenga el poder para apaciguar al monstruo
Mientras mueren mis tierras; añoro su Calabozo.

Y aunque mi Hermosa Encantada con falta de cordura,
Se distraiga y se pierda en alguna que otra palabra.
Entiende con claridad que hoy su media, es mi armadura
Y ese yo que sé, que se yo; se conjuga tatuado en mi alma.

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